Si quieres organizar una fiesta de Halloween que, además de dar miedo, divierta a todos los asistentes. Ya puedes ir pensando en un fotomatón para tu evento. Lo cierto es que aburrirse en una fiesta de Halloween es pecado capital. Por lo tanto, si te has erigido en el máximo organizador de este espeluznante sarao, no te olvides de contratar el alquiler de un fotomatón para que todos los más terroríficos disfraces se inmortalicen y todos los invitados queden así de ‘feos’ para la posteridad.
Llevamos ya unos años haciendo nuestra esta tradición de claro arraigo estadounidense y ya pocos se acuerdan de que lo tradicional en la víspera de Todos los Santos era acudir al teatro a ver a don Juan Tenorio morirse de amor por su doña Inés.
En nuestra empresa llevamos años instalando fotomatones a diestro y siniestro con motivo de la fiesta más aterradora del año. Así, ya hemos visto de todo y no nos asusta nada: payasos terroríficos y con pocas ganas de hacernos reír, zombies con las tripas al aire, románticos condes Drácula, brujas con la escoba sin la ITV pasada y provocando atascos por su poco tino al aparcar, calabazas andantes… Poco le queda ya a nuestro fotomatón por fotografiar, ¿no te parece?
No obstante, los fotomatones son tan imprescindibles ya como las calabazas y las arañas en una fiesta de Halloween. Por lo tanto, cuenta con nuestros divertidos retratos a la hora de organizar tu fiesta.
Y, por supuesto, esmérate con una decoración original. Este año te proponemos un detalle sumamente creativo y literario para dar la bienvenida a tus invitados. En concreto, una manualidad muy graciosilla con la que aprovecharás el felpudo de tu casa, porque ¿te acuerdas de la bruja del Este? Pues imaginate sus piernas sobresaliendo de la alfombra de entrada…
Es una manera muy divertida de decorar que solo te llevará una pizca de tu tiempo, casi nada de paciencia y muy pocos materiales: felpudo, medias a rayas blancas y negras, churros de piscina o papeles (para hacer el relleno de las medias), y unos zapatos de tacón y rojos (a poder ser).
Por cierto, sería genial que en tu fiesta de Halloween alguien se disfrazara de don Juan Tenorio, pues es una tradición que, por desgracia, ya anda muy difunta.
¡Feliz sarao!